Pixart inaugura la primera fábrica inteligente de Latinoamérica

La nueva smart factory está ubicada en Buenos Aires, y estiman que tendrá una capacidad de producción de hasta 2000 computadoras por día. "Toda la fábrica está automatizada, la controlan 10 ingenieros desde una torre de control, y todo lo demás, consta de 36 robots que colocan tornillos, ensamblan y tienen inspección óptica", dice Gabriel Ortiz, CEO y Fundador de Pixart.

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Pixart realizó la inauguración de la primera fábrica automatizada, guiada por inteligencia artificial, de América Latina en Argentina. Esta planta, potenciada con tecnologías Intel, funciona solo con 10 ingenieros, y cuenta con un total de 36 robots para el desarrollo de hardware.

El evento, presidido por Gabriel Ortiz, CEO y Fundador de Pixart, contó con la participación de Sergio Massa, Ministro de Economía y Trabajo de Argentina, Ariel Sujarchuk, Intendente del partido de Escobar, donde se encuentra la fábrica, Adrián De Grazia, Country Manager de Intel Argentina,  y representantes de distintas empresas que acompañaron a Pixart en este encuentro, como Google y Qualcomm.

Sergio Massa, Ministro de Economía y Trabajo de Argentina, inaugurando la nueva fábrica de Pixart.

«Gabriel es un soñador que no se retira, que sigue soñando no por él, sino por una Argentina que sabe que puede dar lo mejor que tiene. Argentina tiene la posibilidad de no solo ensamblar, que está bien, pero también de producir y fabricar, lo que implica bajar costos, generar trabajo y dar mejor servicio técnico», expresó Sujarchuk. «Hoy es mucho más que la inauguración de esta planta, hoy estamos en un país que apuesta al florecimiento de la industria nacional, la industria 4.0 y la economía del crecimiento».

Ariel Sujarchuk, Intendente del partido de Escobar.

La fábrica está equipada con cámaras real-sense de Intel, con sensores de profundidad que proporcionan una visión 3D, y distintos componentes como procesadores, o asesoramiento técnico. Desde Intel se mostraron comprometidos con proveer las herramientas necesarias para el avance de la industria.

«Estamos orgullosos de acompañar a Pixart en el desarrollo de esta asombrosa fábrica con tecnología de punta. Es un claro ejemplo de que la transformación digital se encuentra en todos lados», dijo De Grazia. Y agregó: «La tecnología está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, tenemos que impulsar estas fábricas para poder proveer a las personas de los dispositivos que requieran. También estamos brindando entrenamiento y capacitaciones para alumnos en distintas universidades para realizar estas tareas».

Adrián De Grazia, Country Manager de Intel Argentina.

Automatizar las tareas para mejorar el rendimiento

La línea de producción de la nueva fábrica es totalmente automática, funciona con una computadora dentro de un tablero de control que mueve toda la línea. Cada una de las maquinas tiene un sistema de parado automático, en donde hasta que cada robot no termina el proceso, la maquina no sigue. El freno es un sistema de aire comprimido que levanta un pistón para indicarle a la bandeja cuando debe pasar continuar y cuando no.

Hay estaciones de fabricación, cobots (robots colaboradores) y robots que informan constantemente del progreso del trabajo. Cada estación envía información que está centralizada en el panel de control de fábrica. Todo el equipo tiene acceso remoto con el software de Pixart para poder asegurar la información y tomar medidas de seguridad.


Entre los robots que trabajan en la producción de los equipos están los Grippers, brazos robóticos que puedan programarse para realizar distintas tareas y a los que se pueden añadir diferentes herramientas, como destornilladores o ventosas de vacío para tomar distintos elementos. Estos robots se programan con un tablero, luego se liberan, se mueve manualmente y se graban los movimientos que queremos que haga. Finalmente, se presiona play en el tablero y la maquina comienza su trabajo.

Gabriel Ortiz, CEO y Fundador de Pixart.

Los Grippers también se encargan de poner las placas bajo el láser para su grabación. Una persona también puede hacer este trabajo, el problema es que el láser puede estar en contacto con la piel y puede traer problemas. Desde Pixart aseguran que con estas maquinas se evitan riesgos, se mejoran los tiempos y el rendimiento de la producción y se «consigue una igualdad».


«Muchas veces la gente habla de igualdad en las empresas, pero no existe igualdad si yo soy el dueño de la fábrica, tengo aire acondicionado en mi oficina y tengo un montón de personas con un destornillador en la mano, pagándoles muy poco para que pongan tornillos», afirma Gabriel Ortiz. «No está bien tomar la necesidad de una persona para poder explotarla con un fin tan básico como poner tornillos. Estaríamos faltándole el respeto a la persona que trabaja por necesidad, y luego a la persona que nos compra porque no estaríamos entregando un producto bien hecho».

En cuanto al control de calidad de los equipos, se implementó la inspección de productos en cada estación con Intel Real Sense (cámaras inteligentes) y NUCs (pequeñas CPUs), se puso en marcha un seguimiento de activos, más de 10 tipos de Cobot/robots para garantizar la calidad de la fabricación del proceso y tecnologías automatizadas de inspección de pasta de soldadura y ópticas.

El funcionamiento de las PCs se revisa con equipos Lenovo de forma automática. La computadora entra a la máquina y esta prueba todos los puertos, las teclas, la cámara, la pantalla (revisando que no haya píxeles quemados), el micrófono y el audio. Todas las pruebas son grabadas por una cámara de video para guardar evidencia del correcto funcionamiento de las PCs.

El empaquetado también es realizado de forma automática. Las pilas de cartón desarmadas entran a una maquina, esta las presiona, les da forma, y salen por el otro lado ya armadas. No hay personas armando cajas, lo que solía resultar problemático por cortes y lastimaduras. Un robot diferente toma la caja, da media vuelta y la coloca en la línea. Allí, otro robot coloca la fuente, otro la computadora en la caja, otro los manuales, otro los cables, en el final se colectan de a 5 y son transportadas por un ascensor. Todo el proceso es automático.

El fundador de Pixart asegura que cuidan mucho a los ingenieros que trabajan en la fábrica. «A mi un ingeniero o un técnico me cuesta 10 años, y si se me va, no lo reemplazo en una semana. Tengo que asegurarme de que el trabajo pesado lo haga un robot, y la programación del robot la haga un ingeniero», explica.

La instalación de esta fábrica contó con una inversión de 8 millones de dólares, sin intervención de inversores externos, pero con la ayuda de compañías como Intel, que acompañaron en el proceso de ventas. «Intel me llevó a México y vendí 285 mil unidades, por eso estoy agradecido. Yo no sabía como hablar con gente de México, El Salvador o Panamá, ellos me acompañaban y presentaban. No era solamente yo diciendo que mi producto era bueno, lo estaba diciendo Intel, tener su aval resulta muy beneficioso», comentó Ortiz.

El objetivo de la compañía es fabricar Core 5, Core 3, computadoras y robots, tanto para el país como para el exterior. Estiman contar con una capacidad de producción de 2000 computadoras por día, teniendo ya una demanda de 100.000 para los meses venideros.

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Eva, la estrella de los robots programados por Pixart

Durante la inauguración de la fábrica, los presentes pudieron conocer a Eva, un robot sanitizante proveniente de China, que fue reprogramado por Pixart para cambiar sus funciones.


«En la programación de Eva el desafío inicial fue utilizar un mismo recurso reciclando la aplicación propia que tenía. Levantamos la información de la aplicación interna del robot y, a partir de ahí, diseñamos un software de control personalizado nuestro para manejar el mismo idioma de transferencia. El robot sigue siendo de sanitización, lo que hicimos fue añadirle aplicaciones internas propias para que pudiera hablar, escuchar, para que tuviera cámara, se pueda mover de manera manual, tome sistemas de circuitos y demás», indica uno de los ingenieros de Pixart. «Tuvimos que desarmarlo, ver su cableado, el tema de las cámaras. Originalmente no tomaba cámara ni micrófono, modificamos la plaqueta para que pueda tener ese funcionamiento».

Desde Pixart compran varios tipos de robots de china, los desarman, analizan cómo es la ingeniería, qué se les puede agregar, y a eso lo transforman en un «robot argentino». De hecho, Eva tiene luces autorítmicas y canta canciones de Tini.


Gabriel Ortiz comenta que, a pesar de lo que muchos creen, la inteligencia artificial «no le va a quitar el empleo a las personas, hay muchas tareas que deben realizar los humanos. Si queremos fabricar un robot, se debe programar y diseñar cada una de sus partes, las expresiones faciales, sus rasgos, etc. Los robots necesitan ingenieros, nacen en la cabeza de una persona y se desarrollan desde ahí».

El modelo de Eva es un robot que se fabricará en serie, y estará destinado, por ejemplo, a orientar a las personas en los aeropuertos, llevar a una personas no vidente hasta su puerta de embarque. Serán programados para ser robots guía.

El compromiso de Pixart por una fábrica sustentable

La fábrica es completamente autosustentable. Tiene 500 paneles solares instalados en el techo, que reúnen hasta 250 kilowatts, lo que alcanza para cubrir el funcionamiento de toda la planta.


«Nosotros no podríamos exportar con la huella de carbono sin energía solar, porque la energía es finita. No podemos ser irresponsables y pensar ‘total energía hay para todos’. La energía las necesitan las casas, las fábricas pueden generar su propia energía. Tenemos que ser conscientes del impacto ambiental que podemos producir», enfatiza el CEO.

La compañía cuenta con un grupo electrógeno en la instalación, en caso de funcionar de noche, y 3 UPS de 42 KBA cada uno. No solo la energía, la forma de operar también es limpia, porque no hay muchas personas que se muevan en el lugar, sino robots.