Internet of Things una realidad Latente

Por el Dr. Diego Di Giorno, Director Comité de Tecnología y Compliance WCA.

El Internet de las Cosas (IoT), no es un concepto reciente y novedoso. En el año 1927, Nikola Tesla conformó la base de las comunicaciones inalámbricas y de radio. La primera conexión entre computadores se realizó allá por el año 1969 con la red ARPANET, creada por el departamento de Defensa de los Estados Unidos. Aquella red descentralizada fue creciendo e interconectando más computadores y paralelamente iban comenzando a existir nuevas redes (ALOHA, Ethernet…). Estas redes eran conectadas unas a las otras, entre computadoras. Sin embargo, por sí solas no podían transferir información, es decir, necesitaban de una persona que traslade la información de un lado a otro, teniendo que existir otro interlocutor que analice dicha información y envíe una respuesta. Diez años después, se implantó el protocolo TCP/IP y en 1990 Tim Berners-Lee, implementó con éxito la primera comunicación entre un cliente HTTP y un servidor en Internet. Un año más tarde se crearía la primera página web y a partir de ahí la evolución de la informática y las comunicaciones.

En consecuencia, ese es el objetivo de la IoT: “..Hacer que podamos concentrar toda nuestra atención en las actividades de la vida cotidiana y laboral sin preocuparnos de suministrar información a los dispositivos electrónicos que nos rodean, estando esta tarea en manos de ellos mismos…”

La firma IHS Markit, (líder mundial en información, análisis y soluciones) pone de manifiesto que la cantidad de dispositivos conectados al Internet de las Cosas (IoT) en todo el mundo aumentará un 12 por ciento en promedio anual, pasando de 15,4 mil millones en 2014 a casi 27 mil millones en 2017, alcanzando 30.7 mil millones en 2020, 75.4 mil millones en 2025 y cerca de 125 mil millones en 2030.