Por Henry Manzano, CEO para América Latina de Tata Consultancy Services (TCS)
Olvida aquél sueño de tener un Herbie, o en algunos países conocido como el Vochito -o Escarabajo- motor turbo, pues la industria automotriz está pasando a través de una nueva revolución con el desarrollo de vehículos inteligentes. En un futuro no muy lejano, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) cambiará el modelo de vehículos que conocemos en la actualidad. Ya es posible encontrar características tan innovadoras en los tableros de los automóviles, que los coches más que medios de locomoción, se convierten en verdaderas computadoras sobre ruedas. Un estudio reciente de Tata Consultancy Services (TCS) muestra que sólo en 2015 cada empresa del sector automotriz invertirá un promedio de 93,5 millones de dólares en proyectos de IoT en el mundo, y este número puede subir a 102 millones para 2018.
Aquella vieja dificultad de estacionar el auto en un lugar apretado se está haciendo obsoleta, ya que hoy el coche puede hacerlo solo. Esta era una idea inimaginable hace unos años, pero ahora es una realidad, y es el primer paso en el desarrollo de vehículos totalmente autónomos.
Grandes empresas de tecnología desarrollan prototipos y prueban vehículos totalmente autónomos que son capaces de guiarse solos, sin la necesidad de un conductor. Estos coches ofrecen total seguridad y funcionan con tecnología de cámaras de detección que permiten que el auto identifique lo que sucede alrededor, y con tecnologías y programas instalados que ayudan a evaluar la situación y actuar de manera apropiada.
Hay mucha expectativa de que para el 2030 los vehículos ya estén en las calles dirigiendo a los pasajeros con total funcionamiento tecnológico. Un estudio realizado por la firma de inteligencia de mercado IHS sobre Soluciones Industriales de la Industria Automotriz predice que el número de «autos conectados» pasará de 23 millones en 2014 a más de 150 millones en 2020.
La industria automotriz está invirtiendo fundamentalmente en tres fuentes principales de ingresos de IoT: infotainment (información y entretenimiento) en el interior de los autos como los servicios de streaming, interacción y verdaderos asistentes personales que conocen su agenda, monitoreo del desempeño del vehículo (autos capaces de hacer su propio diagnóstico en caso de defectos) y asistentes de seguridad del conductor (como cámaras de monitoreo y conducción del vehículo). Cada vez más, muchas de estas características estarán disponibles en el mercado y una infinidad de proyectos están en prueba y desarrollo en este momento.
En medio de todos estos cambios, las compañías automotrices todavía no lograron grandes victorias con respecto a ingresos. Las empresas registraron un aumento promedio de ingresos del 9,9% en sus iniciativas de Internet de las Cosas en 2014 con respecto a 2013, y proyectan un modesto incremento del 12,3% entre 2015 y 2018, según un estudio de TCS.
Todavía queda mucho camino por recorrer y las compañías automotrices tienen que invertir en los factores que lograrán el éxito de los proyectos de IoT. Un punto importante a considerar en la industria es que las empresas tienen que dejar de pensar como solamente fabricantes de automóviles, y pasar a verse a sí mismas como empresas de software.
En el escenario actual, muchas empresas de tecnología tienen la intención de invertir y capturar una rebanada más grande de este pastel, que solía tener pocos jugadores. Si los principales actores del sector automotriz no invierten en proyectos integrados y revolucionarios con nuevos diseños, perderán mucho espacio. Porque es la innovación lo que va a generar nuevas oportunidades de negocio y de ingresos.
