Los sectores del retail y el consumo masivo atraviesan una transformación profunda, impulsada por herramientas digitales que buscan conectar mejor con los consumidores y mejorar la operación de la compañía.
Sin embargo, la tecnología hoy corre mucho más rápido que el negocio: Apenas una pequeña fracción de los recursos tecnológicos disponibles son adoptados por las empresas de forma creativa para ganar mercado o generar nuevas fuentes de ingresos.
“El famoso Valle de la Muerte del que hablan tantos autores y donde sucumben los proyectos tech antes de alcanzar el mercado, no es solo una etapa crítica para las startups: también lo es para las empresas que pierden oportunidades de crecer con ideas simples y viables”, explica Diego Kaplan, CEO de Vertex Business Connections y Organizador del Bizztech Summit, un evento que conecta innovación con negocio. “Muchos desarrolladores tech con buenas propuestas se quedan en el camino por no encontrar socios estratégicos, mientras que las compañías dejan pasar decenas de oportunidades para crecer con ideas que son simples de implementar”.
Kaplan identifica tres tecnologías con gran potencial de adopción inmediata en retail y consumo masivo:
1. Finanzas embebidas y fintech: interoperabilidad, conciliaciones y dinero en movimiento
En sectores como el retail y el consumo masivo, los pagos de clientes, proveedores e incluso fondos internos no siempre se utilizan de manera inmediata. ¿El resultado? Capital inmovilizado que podría integrarse a través de sistemas financieros inteligentes.
“Cada vez más compañías ven sus propios circuitos de pago como una oportunidad para automatizar cobros, conciliaciones y movimientos internos con soluciones de finanzas embebidas permite que el dinero empiece a trabajar desde el minuto uno”, destaca Kaplan
Esto no solo mejora la liquidez, también libera al equipo de tareas operativas como las conciliaciones para enfocarse en lo que importa.
2. Fidelización basada en datos: cómo mejorar la experiencia y el vínculo con el cliente
La IA aplicada a la predicción de demanda ya es una realidad para muchas empresas: modelos que combinan históricos, estacionalidad y hábitos de consumo permiten ajustar el stock casi en tiempo real. Pero esto es apenas el comienzo.
Hoy es posible cruzar datos para analizar la compra promedio y los hábitos de consumo de los clientes, para mejorar su experiencia en las próximas interacciones que tengan con nuestra tienda digital. Esto permite optimizar todo el funnel de fidelización: desde la precompra con programas de beneficios y ofertas personalizadas, hasta programas de puntos y recomendaciones basadas en las preferencias de cada tipo de cliente.
“Podemos crear promociones únicas. Un cliente que compra productos veganos podría recibir una oferta de descuento en aceite de coco o milanesas de soja en su próxima compra, mientras que un cliente mostró interés en ropa deportiva podría recibir ofertas relacionadas a ese tipo de producto. Muchas de estas soluciones ya vienen integradas en plataformas al alcance de empresas”, afirma Kaplan.
Además, la aplicación de tecnologías como la realidad aumentada y la gamificación también elevan la experiencia de compra, haciendo posible que, por ejemplo, probemos si el tamaño de una heladera es el adecuado para nuestra sala, sin tener que ir a la tienda física.
3. Tokenización de activos
¿Qué pasaría si decidimos abrir una tienda nueva con el aporte de microinversores de distintas partes del mundo? ¿Y si creamos un programa de fidelización basado en tokens únicos para nuestros clientes más valiosos?
“La tokenización permite convertir activos físicos o intangibles en unidades digitales seguras y fraccionadas. Aunque ya hace mucho se habla de esto en sectores como el real estate y el agrotech, todavía tenemos mucho potencial para explotar en otros sectores”, afirma Kaplan.
Para las empresas, esta tecnología representa una nueva forma de financiarse, gamificar la relación con sus consumidores y diferenciarse con propuestas innovadoras.
“Innovar no siempre implica reinventar todo el negocio: a veces se trata de integrar mejor lo que ya existe. Las soluciones están al alcance; el desafío es animarse a usarlas”, concluye Kaplan.